Por Francisco Bautista

La palabra karst tiene, varias acepciones: a) en geología la palabra karst se refiere a la disolución de las rocas sedimentarias y las formas superficiales y subsuperficiales que este proceso de disolución genera, se consideran también los tipos de agua y sus flujos; b) en geomorfología el karst se refiere al relieve kárstico en superficie, tanto al relieve positivo como al negativo y al subterráneo, todas ellas son formas originadas por la erosión química de las rocas sedimentarias; c) en geografía el karst se refiere al territorio que tiene un relieve producto de los diversos grados de disolución de las rocas sedimentarias lo cual crea paisajes geográficos a diversas escalas, tanto por arriba como por abajo (cuevas, cavernas, sumideros y ponores.

El karst se produce por la disolución de las rocas solubles ya sea por aguas ligeramente ácidas o no ácidas. Rocas como calizas y dolomitas que se solubilizan con aguas ácidas o rocas como el yeso que se disuelve con aguas no ácidas.
Una particularidad del karst son sus formas en superficies de relieve negativo, como dolinas, uvalas, poljes, así como relieve positivo como montículos, colinas, lomas y montañas e incluso sierras y sus formas subterráneas como las cuevas, cavernas, simas, sumideros, sifones, ponores y otros.

En México el karst ha sido poco estudiado, pero lo conocido resulta espectacular tanto por arriba como por abajo, por lo que estos paisajes geográficos son grandes atractivos turísticos. También estos territorios kársticos son vulnerables a la degradación y este es el motivo principal de la AMEK, generar la información científica que permita aprovechar los ecosistemas kársticos de manera sustentable. Para lograr estos objetivos se requiere el combate a los mitos sobre el karst, algunos de ellos en la península de Yucatán son:

a) “Hay mucha agua de buena calidad” en el gran acuífero maya. Ya se ha reportado ampliamente que la calidad del agua subterránea no es de buena calidad ni para beber (Polanco et al., 2022), ni para el uso agrícola (Delgado et al., 2010). Hay diversas familias de agua que hacen pensar que hay varios acuíferos (carbonatados, salinos, y con yeso), además, ya se ha reportado que cerca de la costa norte de la península de Yucatán hay un acuífero confinado. Los flujos locales del agua subterránea son poco conocidos. No es un gran acuífero, son varios y deben ser aprovechados de acuerdo con sus particularidades. Si hubiera mucha agua de buena calidad no habría tantos conflictos sociales. El dicho de que el que prueba el agua de pozo se queda a vivir en Yucatán deberá a cambiar a: “El que bebe el agua de pozo se enferma”.

b) “No hay cuerpos de agua superficiales ni ríos”, lo cual es parcialmente cierto en el karst reciente, sin embargo, en las zonas donde hay lluvias por arriba de los 1000 mm al año se pueden observar caudales de ríos temporales durante la época de lluvias, además, está el paisaje fluvio-kárstico al sur de Campeche y numerosos lagos y lagunas en Quintana Roo. Hay muchos cuerpos de agua en el tecto-karst negativo, es decir, en el sentido de las fracturas. La presencia de ponores en Calakmul, en el sur de Yucatán y en el sur de Quintana Roo son los sitios por los que drena el agua con numerosos rasgos en superficie, pero sobre todos por la circulación subterránea del agua.

c) “No hay suelo en la península de Yucatán”, sobre esto ya se han publicado varios artículos y capítulos de libro reportando que en el norte de la península de Yucatán los suelos dominantes son los del grupo Leptosol (suelos de escaso espesor) y con un 30% de la superficie con afloramientos de caliza, es decir, sin suelo. Sin embargo, al centro y sur se han reportado suelos desarrollados, profundos y con calidad agrícola, forestal y pecuaria.

d)  “La península de Yucatán es plana”, se dice y se repite, porque se compara con las grandes sierras del país, como la oriental, occidental y del sur. Pero sí se cuenta con lomeríos y montañas pequeñas, así como una gran cantidad de depresiones kársticas, además de cuevas y cavernas. Es decir, relieve positivo, negativo y subterráneo, respectivamente.
• “Se respira aire limpio”, este mito al igual que los otros, es parcialmente cierto, pero en los últimos años ya se ha reportado que comienzan a presentarse concentraciones crecientes de metales pesados en el polvo, suelos y vegetación en las ciudades.

e) “Hay mucha vegetación”, sin embargo, la gran mayoría es vegetación secundaria y hay grandes superficies de pastizales en el oriente de Yucatán y de otros cultivos en el sur y occidente de la península de Yucatán.

f) “La gente es pobre, pero es feliz”. Se dice esto, pero no se dice que los estados de la península figuran entre los que tienen mayor número de suicidios. Además, hay un 20% de la población en pobreza extrema y un 60% con alguna vulnerabilidad, es decir, solo el 20% vive y gana bien. Una población explotada junto con sus recursos naturales.

Más conocimiento científico será necesario para seguir combatiendo los mitos ya que estos mitos suelen ser utilizados para la elaboración de falacias que apoyan a los que contaminan y degradan los ecosistemas kársticos de manera deliberada.
Se requiere mucha paciencia, ciencia, divulgación, conciencia y justicia para que la gente aprenda a vivir sustentablemente en el karst.

Tomado del prólogo del libro “El karst de México”.